miércoles, 25 de enero de 2017

ACNUR

Una organización humanitaria global

ACNUR surgió al término de la segunda guerra mundial para ayudar a los europeos desplazados por ese conflicto.  Muy optimista, la Asamblea General de Naciones Unidas creó el 14 de diciembre de 1950 al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados con un mandato de tres años para completar sus labores y luego disolverse.  Al año siguiente, el 28 de julio de 1951, fue adoptada la Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, el fundamento legal para ayudar a los refugiados y el estatuto básico que rige el trabajo del ACNUR.
En 1956 ACNUR enfrentó su primera emergencia de grandes dimensiones: la llegada masiva de refugiados cuando las fuerzas soviéticas aplastaron la revolución húngara.  Cualquier expectativa que el ACNUR sería pronto innecesario desapareció. En 1960 la descolonización de África generó la primera de múltiples crisis de refugiados en ese continente que han requerido la intervención del ACNUR. En las dos décadas siguientes, ACNUR ayudó en crisis de desplazamiento en Asia y América Latina. Hacia finales de la década había situaciones de refugiados nuevas en África y repitiendo la historia, nuevas afluencias de refugiados en Europa a causa de las guerras en los Balcanes.
El inicio del siglo 21 ha visto al ACNUR ayudando en grandes crisis de refugiados en África, como las de República Democrática del Congo y Somalia, y en Asia, especialmente en la situación de refugiados en Afganistán, que ya lleva 30 años. Al mismo tiempo, se ha solicitado al ACNUR usar su experiencia para ayudar también a las personas desplazadas internamente por los conflictos.  Además ha ampliado su rol para ayudar a las personas apátridas, un grupo largamente olvidado de millones de personas en riesgo de que se le niegue el reconocimiento de sus derechos básicos porque carecen de nacionalidad.  En algunas partes del mundo, como África y América Latina, el mandato original de 1951 se ha visto reforzado por la adopción de instrumentos legales regionales.
En 1954, ACNUR ganó el premio Nobel de la Paz por su trabajo de primera línea ayudando a los refugiados en Europa.  Su mandato acababa de ser ampliado hasta el final de esa década.  Más de un cuarto de siglo después, ACNUR recibió en 1981 nuevamente ese galardón por su trabajo mundial de asistencia a los refugiados, con una mención a las dificultades políticas que enfrentaba el Alto Comisionado. De los 34 funcionarios que trabajaban para el ACNUR cuando se creó, ahora cuenta con más de 9.300 funcionarios nacionales e internacionales, incluyendo más de 1.050 funcionarios en las sedes de Ginebra y Budapest.  ACNUR trabaja en 123 países, con funcionarios desplegados en 109 ubicaciones principales tales como oficinas regionales y nacionales y 341 oficinas en el terreno y suboficinas en lugares remotos.
El presupuesto ha crecido desde US$ 300.000 en el primer año de actividades a US$6,8 billones en el 2015.  A inicios de 2014 había más de 51 millones  de personas desarraigadas en el mundo. A mediados de 2014 ACNUR estaba ayudando a 46.3 millones de personas: 26 millones de personas desplazadas internas, 13 millones de refugiados, 1,7 millones de retornados, 3,5 millones de personas apátridas, más de 1,2 millones de solicitantes de asilo y otras 752.000 personas del interés del ACNUR.  Una organización con un mandato de tres años para resolver el problema de los refugiados celebró su 60 aniversario el 14 de diciembre de 2010, consciente que es proco probable que las necesidades humanitarias desaparezcan.  Desde ese emblemático aniversario, ACNUR ha debido enfrentar múltiples crisis en África y Europa.
El objetivo principal del ACNUR es salvaguardar los derechos y el bienestar de los refugiados. Para ello, nos esforzamos por garantizar que todos puedan ejercer el derecho a solicitar asilo y encontrar refugio seguro en otro país, o de regresar a sus hogares voluntariamente. El ACNUR busca soluciones duraderas a su difícil situación cuando deciden regresar a su país o establecerse en otro. También tiene el mandato de prevenir y reducir la apatridia y la protección de los apátridas. En apoyo a las actividades de la Agencia en favor de los refugiados, el Comité Ejecutivo del ACNUR y la Asamblea General de las Naciones Unidas han autorizado una ampliación del mandato del ACNUR hacia otros grupos de personas, que incluyen a los refugiados que han retornado a sus hogares y a las personas desplazadas dentro de su propio país.
El ACNUR trata de reducir las situaciones de desplazamiento forzoso alentando a los Estados y otras instituciones a crear condiciones que conduzcan a la protección de los derechos humanos y a la resolución pacífica de los conflictos. En todas sus actividades, la Agencia de la ONU para los Refugiados presta especial atención a las necesidades de los niños y trata de promover la igualdad de los derechos de mujeres y niñas.
Los trabajadores del ACNUR operan en 125 países alrededor del mundo, desde las grandes capitales a las localidades más remotas y difíciles, donde nuestro nuestro trabajadores en el terreno ayudan directamente las víctimas más vulnerables del desplazamiento. Mantenemos oficinas en los principales países donantes del mundo y donde sea que estén llegando los refugiados, trabajando al lado de los gobiernos para garantizar que se honore la Convención de 1951.
Los funcionarios en la sede de Ginebra suman poco más del 9 por ciento del total de nuestros trabajadores y es un número que disminuye cada vez más, a medida que el ACNUR decentraliza sus funciones para estar más cerca de las personas que asiste. Ginebra, junto con nuestro Centro de Servicios de Budapest, Hungría, brinda apoyo a todo el ACNUR, incluyendo algunas importantes funciones administrativas. SIn embargo, cerca del 85 por ciento de los funcionarios del ACNUR se encuentra en el terreno.
La mayor parte del personal se encuentra en Asia y África, los continentes que al mismo tiempo acogen y generan el mayor número de refugiados y desplazados internos. Muchos se encuentran en lugares aislados, donde el personal trabaja en condiciones difíciles y, a menudo, peligrosas.
Entre nuestras mayores operaciones se encuentran Afganistán, Colombia, la República Democrática del Congo, Malí, Pakistán, Siria, Jordania, Líbano, Turquía e Irak.

Preguntas y respuestas sobre la 

Convención de 1951

¿Por qué es importante la Convención? 

La Convención fue el primer instrumento verdaderamente internacional que contempla los aspectos más importantes de la vida de un refugiado. Explica detalladamente una serie de derechos humanos fundamentales de todo refugiado que deben ser protegidos a un nivel al menos equivalente a las libertades que disfrutan los extranjeros en un país determinado y en muchos casos a las de los ciudadanos de dicho Estado. Reconoce el alcance internacional del problema de los refugiados, y la necesidad de la cooperación internacional para su solución, destacando la importancia de compartir la responsabilidad entre los Estados.

¿Qué contiene la Convención de 1951?
La Convención define lo que significa el término refugiado. Describe los derechos de los refugiados, incluyendo conceptos como la libertad de religión y de movimiento, el derecho a la educación y a disponer de documentos de viaje, así como la posibilidad de trabajar. También subraya las obligaciones de los refugiados para con el gobierno de acogida. Una de las disposiciones clave estipula que un refugiado no debe ser devuelto a un país donde teme ser perseguido. También explica detalladamente qué tipo de personas o grupos de personas no están comprendidas en los alcances de la Convención.

¿Qué contiene el Protocolo de 1967?

El Protocolo elimina las limitaciones geográfica y temporal contenidas en la Convención original, que estipulaban que, en principio, sólo los europeos que se convirtieron en refugiados antes del 1 de enero de 1951 podían solicitar asilo.

¿Qué significa el término “protección internacional”?

Los gobiernos son los encargados de hacer cumplir las leyes de un país. Cuando los gobiernos no pueden o no quieren cumplir estas funciones, sobre todo durante conflictos o desórdenes civiles, muchas personas huyen de sus hogares, a menudo a otros países, donde se les puede considerar refugiados y donde se les puede garantizar que sus derechos básicos sean debidamente respetados.

¿Quién protege a los refugiados?

Los gobiernos de acogida son los principales responsables de la protección de los refugiados. Los 142 países partes de la Convención de 1951 y/o del Protocolo de 1967 están obligados a cumplir las disposiciones. El ACNUR mantiene una estrecha vigilancia sobre este proceso e interviene si es necesario para asegurarse que los refugiados reciben asilo y no se les somete a una devolución forzosa a países donde sus vidas podrían estar en peligro. La organización busca formas de ayudar a los refugiados a rehacer sus vidas, ya sea a través de su integración en el país de primer asilo, su repatriación voluntaria a sus países de origen o, si ello no fuera posible, a través del reasentamiento en un tercer país.

¿Sigue siendo relevante la Convención en el nuevo milenio?

Sí. La Convención fue adoptada para hacer frente a las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en Europa y las crecientes tensiones políticas entre el Este y el Oeste. La naturaleza de los conflictos y de las migraciones puede haber cambiado en las décadas transcurridas desde entonces, pero la Convención ha dado muestras de ser extraordinariamente adaptable a la hora de proteger a unos 50 millones de personas en todo tipo de situaciones. La Convención seguirá siendo necesaria en tanto existan individuos o grupos de individuos que huyan de sus países por temor a ser perseguidos.

¿Es tarea de la Convención regular los movimientos migratorios?

No. En las últimas décadas, millones de “migrantes económicos” y otros aprovecharon el progreso en los medios de transporte y comunicación para buscar una nueva vida en otros países, principalmente de Occidente. Sin embargo, no debe confundirse, como ocurre a menudo, a estas personas con los refugiados que huyen de una persecución que podría costarles la vida, y no simplemente de dificultades económicas.

Actualmente, los movimientos migratorios pueden ser sumamente complejos y suelen reunir a migrantes económicos, refugiados y otras categorías de personas. Los gobiernos deben hacer frente a la difícil tarea de identificar y separar a los diversos grupos y tratar a los refugiados según los procedimientos legales de asilo.

¿Qué diferencia hay entre refugiados y migrantes económicos?

Un migrante por motivos económicos suele abandonar su país de manera voluntaria, para buscar una vida mejor. Si decide regresar a su país de origen, seguirá gozando de la protección de su gobierno. Un refugiado abandona su país por la amenaza de persecución y no puede regresar y gozar de seguridad mientras exista tal amenaza.

¿Se ocupa la Convención de las personas desplazadas en el interior de sus países?

No específicamente. Los refugiados son personas que han cruzado una frontera internacional hacia un segundo país en busca de refugio. Las personas desplazadas en el interior de sus países – los llamados “desplazados internos” – pueden haber huido por razones similares, pero permanecen dentro del territorio de su país y por lo tanto están sujetos a las leyes de ese Estado.

En determinadas situaciones de crisis, el ACNUR asiste a varios millones de estas personas, aunque no a los 20-25 millones de desplazados internos que hay en el mundo. Actualmente existe un debate internacional sobre cómo podría protegerse mejor a este grupo de personas desarraigadas y quién debería hacerlo.

¿Puede resolver la Convención los problemas de los refugiados?

Las personas se convierten en refugiados, ya sea individualmente o como integrantes de un éxodo masivo, a causa de problemas políticos, religiosos, militares o de otro tipo acontecidos en su país de origen. La Convención no fue diseñada para hacer frente a las causas, sino para atenuar sus consecuencias ofreciendo a las víctimas un grado de protección internacional y de asistencia y eventualmente ayudarles a comenzar una nueva vida. La protección puede contribuir a encontrar una solución general, pero al aumentar drásticamente el número de refugiados en las últimas décadas, se ha puesto de relieve que el trabajo humanitario no puede sustituir a la acción política a la hora de solucionar o evitar futuras crisis.

¿Cuáles son las obligaciones de un refugiado?

Los refugiados deben respetar las leyes del país de asilo.

¿Está obligado un país signatario de la Convención a conceder asilo permanente a todos los refugiados?

La Convención no proporciona protección automática ni permanente. Se podrán dar situaciones en las que los refugiados se integren permanentemente en el país de asilo, pero también podría darse el caso de que una persona deje de ser un refugiado cuando ya no existan las razones que justificaban su condición de tal. La repatriación voluntaria es la solución preferida para las personas desarraigadas cuando las condiciones en el país de origen permiten un retorno seguro.

¿Pueden aquellos países que no han firmado la Convención rechazar la admisión de presuntos refugiados?

Todos los Estados tienen la obligación de respetar el principio que prohibe la devolución de una persona a un país donde ésta tema ser perseguida, pues este principio forma parte del derecho internacional consuetudinario. Por lo tanto, ningún gobierno podrá, en tales circunstancias, expulsar a una persona.

¿Quién no está amparado por la Convención?

No están amparadas por la Convención aquellas personas que hayan cometido crímenes contra la paz, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad así como delitos graves que no sean de índole política cometidos fuera del país de refugio.

¿Qué es un agente de persecución?

Se refiere a una persona u organización — gobiernos, grupos rebeldes u otros — que fuerzan a la gente a huir de sus hogares. El origen de la persecución, sin embargo, no debe ser un factor decisivo para determinar si una persona puede ser elegible para la condición de refugiado. Lo que es importante es si una persona merece protección internacional porque su país de origen no se la proporciona.

¿Puede un soldado ser un refugiado?

Un refugiado es un civil. Un ex soldado puede ser elegible para el estatuto de refugiado, pero una persona que sigue participando en actividades militares no puede ser considerado como candidato al asilo.

¿Qué es la protección temporal?

En ocasiones, los países otorgan “protección temporal” cuando tienen que hacer frente a un repentino flujo masivo de personas, como fue el caso durante el conflicto en la antigua Yugoslavia a principios de los años 90, porque de otra manera sus sistemas de asilo se hubieran visto desbordados. En tales circunstancias, las personas pueden encontrar rápidamente un refugio seguro, pero sin ninguna garantía de asilo permanente. La protección temporal resulta así ventajosa tanto para los gobiernos como para los solicitantes de asilo, pero únicamente complementa, no sustituye, la protección ofrecida por la Convención.

¿Es verdad que algunos países, sobre todo europeos, se están viendo inundados de solicitantes de asilo?

Muchos países del mundo, entre ellos ciertos europeos, alegan que están siendo inundados de solicitantes de asilo. Si bien es cierto que el número de solicitantes de asilo ha aumentado considerablemente durante las últimas décadas en algunas regiones, la inquietud de esos países es muy relativa. La verdad es que hay naciones en África y Asia –que poseen muchos menos recursos económicos que los países industrializados – que acogen a un número mayor de refugiados y por mucho más tiempo.

¿Pero puede el hecho mismo de que un país se adhiera a la Convención incitar a que lleguen más solicitantes de asilo? 

No. Ciertas naciones que acogen a la mayor parte de la población de refugiados del mundo no son partes en los instrumentos sobre los refugiados. Las consideraciones geopolíticas y los lazos familiares juegan un papel mucho más determinante cuando se trata de escoger un país de destino.

¿Puede un país ser declarado “seguro” en el sentido de que no puede producir refugiados?

No. Incluso las solicitudes de nacionales de aquellos Estados donde por lo general no existe un riesgo de persecución, deben ser examinadas. Éstas pueden ser tramitadas por un procedimiento acelerado, a condición de que el solicitante de asilo tenga la posibilidad de presentar su caso con todas las garantías.

¿Puede la adhesión a la Convención infringir la soberanía de un Estado?

La soberanía nunca es absoluta. Las relaciones internacionales implican un cierto grado de compromiso. Los instrumentos jurídicos sobre los refugiados tienden a conciliar el interés del Estado y la protección requerida por los refugiados. El otorgamiento del asilo, por ejemplo, no forma parte integrante de esos instrumentos y es la prerrogativa de cada gobierno.

¿Cómo se debe sugerir la adhesión a la Convención a un gobierno o a su población? 

Algunas de las inquietudes de los gobiernos se deben a malentendidos o a ideas falsas. La Convención y el Protocolo son solamente un marco jurídico que sirve a los Estados para formular sus propias leyes y políticas. Además, las obligaciones que la adhesión impone a los gobiernos no son tan restrictivas como se suele sugerir. Sin embargo, tolerar la presencia de los refugiados sin reconocerlos legalmente, podría crear una “zona gris”, fuente potencial de frustraciones que pueden a su vez engendrar graves problemas políticos o de seguridad.

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