miércoles, 25 de enero de 2017

Historias

La Balsa

El miedo con el que Teodoro abordó aquella balsa, era tan inmenso que sin dudas se podía tomar como exceso de equipaje. Los requisitos para ser aceptado en aquella travesía, eran ser los dueños de la miseria, la pobreza y unos derechos humanos pulverizados.

Todos los boletos servían para la misma ubicación. Todos contaban con una privilegiada vista y estaban provistos de una mirada que apuntaba directamente a las estrellas.

Los 3 por 5 metros, agrupaban a más de 40 personas que tenían en común casi todo, pese a no tener casi nada.

El clima se comporto como un aliado, permitiéndoles dejar atrás el lugar que emanaba sangre y desesperanza de sus entrañas.

La leyenda contaba que ante cada intento de trabajar la tierra para poder sembrarla, se escuchaban alaridos de dolor.

La Europa a la que llegaron los recibió de muy mala gana.

Rápidamente entendieron que ese no iba a ser su lugar. Poco tiempo pasó hasta que finalmente se dieron cuenta que habían nacido en un mundo donde ninguna dignidad les correspondía. Donde ningún lugar humano había sido siquiera pensado para ellos..



Dudas

En la clase de finanzas se explicaron los beneficios de la economía liberal. Lo bien que le hacia a un país permitir que las inversiones extranjeras no tuviesen que sortear complicados obstáculos burocráticos o tener que lidiar con viejas concepciones nacionalistas. "Eso al mercado no le gusta. Una mínima intervención estatal es fundamental para crear un buen clima de negocios" concluyó el docente. José, quien tenía 18 años, levanto la mano para preguntar  , "profesor, estamos llegando al final del cuatrimestre y durante todas las clases las palabras libertad, inversión y ganancias han estado siempre presentes, pero según mis apuntes, en casi ningún caso se nos ha nombrado a nosotros, los ciudadanos, por lo tanto hay algo que no entiendo. Todo esto que nos explica ¿ es bueno para quien?"

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